Así es. Aunque parezca sorprendente el negocio de la cosmética era un sector económico próspero en la Antigua Roma.
Tanto hombres como mujeres utilizaban la cáscara de nuez para depilarse. Pero la preocupación por la belleza y la estética iba mucho más allá tanto en ellos como ellas. De uso común, eran el limón, jazmín, las rosas, el aceite de oliva para todo lo referente al cuidado de la piel. Usaban pigmentos naturales para maquillarse así como tinte para el cabello.